¿Hasta dónde debe llegar el poder del Estado en asuntos personales?
Esta semana ha salido una noticia que, aparentemente, sólo afecta a una nación distante en un tema que parecería no tener ningún impacto en la persona promedio: la Administración Nacional de Prensa y Publicaciones (NPPA) de China ha prohibido a los jugadores en línea menores de 18 años jugar entre semana y ha limitado su juego a solo tres horas la mayoría de los fines de semana.
Si bien son golpeadas las industrias de los videojuegos con esta noticia (NetEase (NTES) cayó un 3.4%, Tencent (TCEHY) sufrió aproximadamente la misma caída), el ciudadano promedio podría pensar que está bien que se pongan a estudiar los jóvenes, que no malgasten su tiempo y energía en actividades que no les retribuirán en nada en el futuro .
¿Realmente es el caso?
Según publica el comunicado, la agencia informa que a partir de esta semana, sólo se les permitirá a los menores de edad de dicho país una hora de juego entre las 8 pm y las 9 pm los viernes, fines de semana y días festivos. Todo esto para evitar que los jóvenes se vuelvan adictos a los videojuegos y se enfoquen en actividades de provecho.
Este tipo de discursos ya se han dicho antes, que se prohíbe cierta actividad “dañina” en pos del bienestar futuro. “Las personas son idiotas, no saben lo que es mejor para ellos, nosotros sí”. O como diría una persona muy querida: “papá gobierno dice”. El problema es lo que sigue, ya que al prohibir algo “pequeño” se puede empezar a prohibir, poco a poquito, cosas ya no tan pequeñas. Algunos lo llaman “el efecto de la rana hervida”.
Incluso en el caso de que efectivamente sea “por el bien de nuestros muchachos”, se han empezado a dar casos en que personas que han vivido en estos países avanzados alzan la voz en plataformas digitales y nos comentan que “no es el sueño dorado que pensé” (¿chingu amiga y su vida en su país natal? ¿suicidios en Japón?) . El jugar y las actividades recreativas son importantes, descansar del estúpido profesor es importante. El problema no es trivial.
Si bien esto ocurre en un país relativamente lejano (China), este tipo de discursos ya se empiezan a ver en nuestros países en distintas formas. Tal vez siempre ha sido así, sólo que vemos la paja en el ojo del prójimo y no en nuestro propio ojo (¿La nueva política de Apple sobre violar tu privacidad en pos de que no veas pedofilía?, ¿Las apps bancarias necesitan saber tu ubicación por motivos de seguridad?).
Es cierto que no todo es negro o blanco, pero ¿cómo sabremos cuando el gris está más cerca del negro? Y cuando eso pase, ¿podremos revertirlo?
Lo único que me quedo pensando es en lo siguiente: yo no soy una persona extrovertida, pero jugando al Call of Duty me siento, por un instante, parte de un equipo con el deseo de ganar, y las conversaciones entre jugadores es de lo más variopinta y graciosa que he escuchado. Estoy seguro que algo se pierde al prohibir estas cosas, y más en tiempos de covid.
En fin. Les deseo una buena partida partida en el COD.